Todo empezó un fin de semana del verano de 2016 en el que el compañero de piso del fundador lo invitó a escaparse a la playa en el coche que se había camperizado.
Fue una noche de fiesta en la playa del Palmar de Vejer (Cádiz) tras la que se fueron al coche a dormir. Cómo era de esperar, una vez salió el sol fue imposible estar dentro del coche por el calor que hacía. No eran ni las nueve de la mañana cuando tuvieron que irse a la playa con la sombrilla..
Esto llevo a reflexionar sobre formas de poder conseguir que el coche -aunque estuviera aparcado a pleno sol- no se calentara y se pudiera permanecer dentro a una temperatura confortable.
Tras numerosos intentos y mejoras sucesivas se consiguió el resultado buscado...