Habrás tenido la sensación mas de una vez de que estás en un lugar maravilloso del que no te quieres ir. Podría ser un atardecer en la playa con la puesta del sol en el horizonte sobre el mar. Podría ser en un paisaje de sierra, rodeado de verde, con un valle bajo tus pies y montañas a tu alrededor.
Has ido a echar el día, sin nada planeado, pero las horas van pasando, ya que estás super a gusto en ese mágico lugar con tus amigos, con tu pareja, o con alguna persona especial. Una cosa lleva a la otra y llega la hora de la cena, y eso da lugar a la charla de la sobremesa donde sigues tomando algo y.... sin darte cuenta se te ha hecho tarde.
¿Por qué no quedarte a dormir en ese lugar en la cómoda cama que llevas en el maletero? Puedes hacerlo sólo, con tu amigo o con esa persona especial. Si el atardecer era precioso en ese lugar no menos lo será el amanecer.
No estaba planeado, pero para ti no ha supuesto ningún problema porque estás preparado y siempre puedes descansar y hacer noche en el lugar que quieras.
¿Qué es libertad sino esto?
Se pueden dar otros muchos casos:
- Por ejemplo si eres amante del surf, y te gusta practicarlo temprano en la playa cuando todavía no hay bañistas y puedes tener todas las olas para ti. Serás el primero en coger las olas siempre que quieras, porque ya estarás allí cuando salga el sol, habiendo descansado en tu cómodo colchón dentro de tu vehículo. O bien reponiendote de la agotadora jornada después de surfear esas maravillosas olas.
- También puede ser que te guste el senderismo, pero vivas lejos de ese lugar que te encanta, o simplemente quieras conocer otros senderos que están lejos. En la planificación de ese viaje ya puedes contar con que podrás descansar cómodamente estando en ese lugar cuando ya ha salido el sol, o mejor aun: reposando tras la dura -pero gratificante- jornada de ruta por la sierra.
- A tod@s nos ha pasado también que tras ese almuerzo de ese lugar al que hemos ido a disfrutar y hacer turismo, en especial si hemos madrugado o ha habido alcohol durante la comida nos entra sueño y se nos hace cuesta arriba -e incluso peligroso- el viaje de regreso.
¿Vas a pagar un hotel solo para descansar un rato? ¿Habrá un hotel en ese lugar? Da igual, no lo necesitas, porque tú puedes descansar unos minutos cómodamente en tu coche para proseguir el viaje con las pilas cargadas. No te habrá supuesto ni 5 minutos montar y desmontar tu confortable cama dentro de tu vehículo.
Se pueden regalar muchas cosas materiales, pero no hay nada mejor que regalar experiencias, momentos, vivencias.... ¿Qué mejor regalo que la libertad de elegir un mar de planes y posibilidades? Esto es un presente para ti y para la persona que esté contigo.
¿Por qué no?